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Con la primavera uno de los problemas que aparecen, o se intensifican son las alergias. Hay alergias relacionadas con el clima, la situación geográfica o los hábitos higiénicos.
Una alergia es una reacción inmunológica específica del organismo hacia una sustancia normalmente inofensiva, que puede no afectar a otras personas. Las personas que sufren alergias son a menudo sensibles a más de una sustancia.
Hay diferentes alergias (rinitis alérgica, urticaria, eczemas...), y diversos factores que las provocan, tales como polen, polvo, esporas, algunos alimentos, medicamentos....
Hay personas más propensas que otras a sufrir alergias. Se puede tener una cierta tendencia a ser alérgico, aunque hay que exponerse a las sustancias que generan la alergia (alergógenos) en un momento en el que las defensas del cuerpo están bajas, o durante el embarazo, para desarrollar la alergia.
Normalmente, nuestro sistema inmunológico reacciona ante agentes invasores, como las bacterias o los virus. En la mayoría de las alergias, además, el sistema reacciona exageradamente ante una falsa alarma. Cuando una persona alérgica entra en contacto con el alergógeno por primera vez, su sistema inmunológico trata este elemento como invasor y se moviliza para combatirlo, y lo hace creando gran cantidad de anticuerpos (igE).
Cada anticuerpo IgE es específico para cada alergógeno. Cuando el alergógeno encuentra su IgE específico, da la señal a la célula para que libere poderosas sustancias inflamatorias, como la histamina. Estas sustancias químicas actúan en diferentes partes del cuerpo, como el sistema respiratorio, o la piel y causan los síntomas de la alergia.
El método más común para detectar a qué son alérgicas las personas son los tests cutáneos, que miden la respuesta de la persona al alergógeno de prueba que se inyecta por vía intradérmica. ¿Es posible prevenir? Se hace muy difícil prevenir una reacción que puede ser provocada por cuerpos minúsculos que transporta el aire.
Aun así, se pueden hacer las siguientes recomendaciones:
- Evitar los alergógenos, para prevenir la respuesta inmunológica.
- Tener cerradas las ventanas de las casas y de los coches.
- Evitar estar demasiado tiempo al aire libre en las épocas de polinización, sobre todo al atardecer, que es cuando hay más polen en suspensión.
- Evitar la presencia de animales en las casas. Si no es posible, procurar que estén muy limpios, y no permitirles nunca el acceso a los dormitorios.
- Utilizar fundas impermeables para colchones, edredones y cojines.
- Pasar la aspiradora a menudo por las zonas susceptibles de acumular más polvo.
- Evitar alfombras, cojines de plumas y mantas de lana.
- Los niños no deben dormir con muñecos de peluche.
- Aplicarse la inyección de extractos de alergógenos, para alterar la respuesta inmunológica.
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