En realidad, no es necesario comprar cereales para bebés específicos. Lo cierto es que los bebés sanos, a partir de los seis meses, pueden tomar cualquier tipo de cereales, y antes de los seis meses según la OMS el bebé sólo debería alimentarse con leche materna. A partir de ahí ya podríamos pensar en introducir los cereales .Por tanto como el bebé, en principio, no debe tomar cereales antes de los seis meses y a partir de los seis meses su aparato digestivo ya está preparado para recibir al gluten, los cereales sin gluten no son necesarios . Sí, no hay ninguna razón que impida a un bebé tomar cereales como como por ejemplo el arroz. ¿Por qué no darle a un bebé arroz cocido en papilla o chafado con un tenedor?
Bueno…. , sí.., el tiempo…. .Todos tenemos prisa y es más cómodo añadir cereales de una caja de cartón para hacer una papilla rápida , de fácil disolución y que el bebé se comerá sin problemas por su sabor dulce. Sí, es fácil, pero no es la mejor opción para la alimentación del bebé.
Si tienes que elegir esta opción debido al frenético modo de vida actual nuestras papillas contienen una combinación de 8 cereales, con altos valores de hierro, calcio y vitaminas . Es la mejor forma de conseguir que tu bebé reciba los nutrientes que requiere en esta nueva etapa para asegurar su desarrollo e iniciar su transición al alimento sólido .Puedes elegir papillas infantiles que introducen, además de los 8 cereales, frutas , o incluso miel. La sofisticación llega al extremo con las papillas de cereales de cacao y galletas maría ,que seguro gustaran a tu bebé , aunque no sea lo más aconsejable para él ya que la comida para bebés preparada contiene demasiado azúcar y el bebé no se acostumbra a sabores y texturas reales…
Las papillas que se encuentran mayoritariamente en el mercado, con su 20-30% de azúcar incorporado, no están proscritas pero en ningún caso son la mejor elección para comenzar la alimentación complementaria. Muchas papillas se declaran como 0% azúcares añadidos y ello muchas veces nos incentiva a su compra, pero cuando vamos a ver su información nutricional nos encontramos con más del 15% de azúcar. Esto se debe a que la hidrólisis o dextrinización del almidón de los cereales que incluyen las papillas facilita la disolución de las mismas en leche o agua sin formar grumos . Además confiere a la papilla un sabor dulce al liberar azúcares de cadena corta con la excusa de facilitar la digestión del bebé , cosa en realidad innecesaria pues en realidad los bebés a los 6 meses de edad pueden digerir muy bien el almidón . Es un proceso que imita al que ocurre en nuestro cuerpo mediante el cual hidratos complejos (almidón) se vuelven más simples. Es decir, con la hidrólisis se transforman cereales en azúcares libres, principalmente glucosa. Si no vigilamos estaremos suministrando ,sin querer, a nuestro bebé el doble de azúcar al recomendado por la OMS como cantidad máxima diaria.
Busquemos aquellas papillas infantiles que estén fabricadas a base de cereales integrales y sin dextrinar. Cuesta un poco más encontrarlas… ¡pero cada vez son más populares!
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