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Las picaduras son un problema importante y son frecuentes, sin embargo están minusvaloradas.
La gravedad depende de muchos factores uno de ellos la naturaleza del artrópodo (sustancia inoculada), del grado de sensibilización del paciente y de la localización de la picadura.
Las manifestaciones más comunes son la inflamación local y el picor.
Éste último puede complicar la reacción inflamatoria debido al rascado.
Los artrópodos incluyen a los insectos y dentro de los insectos hay los himenópteros (abejas, avispas…) y los dípteros (mosquitos, tábanos…), otros artrópodos involucrados en picaduras a humanos son los miriápodos (escolopendra) y los arácnidos (garrapata, araña…).
Las reacciones pueden ser locales o generales (sistémicas).
Las reacciones locales se manifiestan en el lugar de la picadura en forma de pápulas eritematosas, se acompañan de dolor y picor, suelen ser leves pero en ocasiones pueden ser más extensas y tardar entre 5 a 10 días en resolverse.
Las reacciones generales pueden ser alérgicas, tóxicas o tardías.
Las alérgicas son más frecuentes en personas atópicas y suelen producirse a los pocos minutos de la picadura. Se presentan síntomas de urticaria que se pueden complicar con síntomas respiratorios y cardiovasculares que agravan el pronóstico.
Las reacciones tóxicas se producen a consecuencia de múltiples picaduras y suelen causar vómitos, fiebre, cefalea, llegado incluso a producirse hipotensión y convulsiones. Son más graves en niños.
Las reacciones tardías aparecen días o semanas después de la picadura y no son frecuentes. Las reacciones locales a las picaduras de artrópodos pueden ser tratadas mediante la aplicación tópica de algunos medicamentos. Entre las medidas generales se incluye la de enfriar el área afectada con compresas frescas y aplicar anestésicos locales, los más empleados son la benzocaína y la lidocaína, también son útiles el amoníaco y los corticoides.
El tratamiento específico de las picaduras por himenópteros es el lavado y desinfección de la piel.
En el caso de existir reacción sistémica generalizada debe recurrirse al médico que depende de la gravedad le administrará antihistamínicos, corticoides, o incluso adrenalina.
En el caso de picaduras por dípteros, miriápodos, arañas y tarántulas, el tratamiento es exclusivamente sintomático.
Las picaduras de garrapatas se curan mediante la eliminación del insecto instilando sobre ella éter y extrayéndola con una pinza y desinfectando, debe valorarse la administración de doxiciclina para prevenir las enfermedades que transmite.
En cuanto a los escorpiones se basa en la desinfección local y la terapéutica sintomática, En el caso de picaduras por un animal exótico debemos acudir al médico debido a su potencial peligrosidad.
