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La causa más común de dolor dental, dolor de muelas, u odontalgia, es (al margen de fenómenos ligados al crecimiento) la existencia de una o más caries en una o más piezas dentales.
La sensación de dolor se origina en los receptores nerviosos de la pulpa o la dentina, ya que el esmalte y el cemento son insensibles.
Los analgésicos convencionales tales como Paracetamol, Ibuprofeno o ácido acetilsalicílico son útiles por vía oral.
Nunca deben usarse de forma tópica (colocados sobre la encía) pues pueden producir lesiones en la mucosa bucal.
Por el contrario los anestésicos locales tales como lidocaína y benzocaína se pueden utilizar de forma tópica (local), excepto en bebés, siendo el inicio de la acción analgésica rápido. Presentan sin embargo el problema de disminuir la sensibilidad, con lo que pueden ocasionarse mordeduras en la lengua o las mucosas, o incluso problemas a la hora de ingerir alimentos.
La aplicación de estos productos tópicos pueden ser en forma de aerosol sobre la zona dolorida o bien en forma de gotas aplicadas, con o sin algodón, en la cavidad del diente cariado.
En muchas ocasiones estas presentaciones tópicas son combinaciones que también pueden incluir Procaína, alcanfor, Eugenol, Esencia de Niaulí, Azafrán, Esencia de Clavo, y otros. Es evidente que el alivio que proporcionan estos productos no es definitivo y que deberá siempre acudirse al odontólogo en busca de una solución definitiva.